martes, 25 de noviembre de 2014

                                                  NAZISMO.

 El nazismo fue el movimiento político alemán que se constituyó en 1920 con la creación del partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo, llamado habitualmente partido nazi. Su apogeo culminó con la proclamación del III Reich, el régimen totalitario alemán presidido desde 1933 hasta 1945 por Adolf Hitler, responsable del inicio de la Segunda Guerra Mundial y causante del Holocausto.
El nazismo hace referencia a un sistema ideológico y político creado por Benito Mussolini, de carácter antidemocrático y antisocialista, a favor del militarismo y de un nacionalismo extremo, organizado en Italia con un sistema de extrema derecha, jarárquico-autoritario, fundamentalmente opuesto a la democracia y al liberalismo.  
Fue Hitler quien creó la bandera del movimiento nazi. El rojo significaba la idea social; el blanco, la idea nacionalista y la swástica, la misión de luchar por la victoria del hombre ario y por el triunfo de la idea del trabajo productivo.

           FILÓSOFAS DE LA ANTIGÜEDAD.

 Las primeras mujeres filósofas estuvieron vinculadas a la escuela pitagórica (VI a.C). Poco después aparecen algunas mujeres relacionadas indirectamente con la filosofía, como Aspasia de Mileto, promotora del pensamiento y la cultura en la Grecia de Pericles.También hubo mujeres filósofas en las escuelas epicúrea y estoica. Diotima de Mantinea, filósofa y sacerdotisa griega. A finales del periodo alejandrino despunta Hipatia de Alejandría, considerada la mujer científica y filósofa más importante de la antigüedad. Estudió las obras de Platón y Aristóteles, pero se dedicó sobre todo a la astronomía y la matemática.

sábado, 18 de octubre de 2014

                    LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO.

La historia del Imperio romano de Occidente llegó a su fin en el año 476, cuando Odoacro, un caudillo bárbaro, destituyó al joven emperador Rómulo Augusto y asumió el gobierno de Italia.

En el 410 las tropas del visigodo Alarico saquearon Roma, causando una conmoción general en todo el Imperio. Pero la ilustre historia del Imperio romano de Occidente vivió su último capítulo en el año 476 en Ravena, ciudad que desde hacía unas décadas era la capital del mismo Imperio. El general bárbaro Odoacro se hizo con el gobierno de Italia, tras destituir y desterrar a Rómulo Augusto, el último emperador, un joven que por su debilidad se ganó enseguida el apodo de «Augústulo», el pequeño Augusto.
Tradicionalmente, estos sucesos han sido descritos como los que marcaron el tránsito de la Antigüedad a la Edad Media. Sin embargo, Augusto no fue el personaje principal de esta debacle, sino tan sólo una víctima involuntaria de las decisiones de otros: en primer lugar,Orestes y Odoacro; algo más lejos, en Constantinople, Zenón, el emperador de Oriente; en la sombra, condenado a la inacción, el depuesto emperador de Occidente, Julio Nepote. Orestes, padre de Rómulo Augusto que estuvo afincado en Panonia (Hungría), llegó a unirse al séquito del huno Atila.
A la muerte de este, en el año 453, Orestes buscó fortuna en el Imperio romano de Occidente, donde desarrolló una exitosa carrera. Se rebeló y marchó contra el emperador Julio Nepote, que huyó de Ravena en agosto de 475. Dos meses más tarde, el 31 de octubre, su hijo, Rómulo Augusto, era proclamado en Ravena emperador de la parte occidental del Imperio romano. Orestes ejerció el poder en nombre de su hijo durante los escasos diez meses que duró su mandato: hubo de hacer frente a una rebelión de su ejército, y las tropas amotinadas escogieron como líder a Odoacro. Comprimida entre Orestes y Odoacro, la figura de Rómulo Augusto quedó empequeñecida, difuminada; fue una marioneta en manos de uno y otro, un instrumento más de sus juegos de poder.